Perdidos

En medio de la mar, espuma y olas,
humo negro y estatuas milenarias;
cuando cae la noche, candelarias.
A la mañana toman caracolas
en playas largas, blancas las estolas.
Hogares verdes y arcas funerarias.
Las almas generosas, temerarias,
se buscan y se arropan, mueren solas.
Todos ansiamos esa nuestra isla
del alma desnuda en la tierra fría,
romper la coraza que nos aísla,
encontrar una vida propia, mía;
en la que sea un dios el que legisla
y veamos juntos el fin del día.