Tan fuerte soplaba el viento aquel día
que sin querer al mundo devolvió
un alma que hacia el cielo subía.
¡Pobre alma! En un cuerpo se metió
que por azar a la vida venía.
El golpe que en el culo recibió
le hizo ver que otra vez vivía.
Gritó por lo triste que se sintió.
Los recuerdos ya han desaparecido
del día en que el alma libre volaba
a la vez que una mujer, con quejido,
en este mundo su cuerpo entregaba.
Pero sabe por su pecho encogido
que algo pasó cuando el viento soplaba.