Bar

El calor del amor en un bar...
siempre esperando el momento
de decir: vámonos ya.
Los ojos turbios de humo y pasión,
la garganta en carne viva ya está;
ansías el momento en que a este beso
otro beso más hondo seguirá;
te molesta el sudor en las axilas,
de la noche el peso sobre los ojos.
Ves cómo los ojos de ella brillan,
y te animas a decirle bajito
"En mi casa la última podemos tomar".
Allí, piel contra piel recordarás
la primera mirada en aquel bar
y sonreirás.